La sílaba “el " se encuentra al final de muchos nombres de Ángeles. Quiere decir "brillante". Es tomada de la palabra sumeria "el", que quiere decir, "resplandor" y la palabra babilónica, "ellu", que significa, "aquel que resplandece".
La palabra Ángel es un término general, frecuentemente usado para denominar todas las criaturas espirituales que habitan los dominios celestiales. Ángel, quiere decir "mensajero".
Los Ángeles son seres espirituales que existen en las dimensiones más elevadas; influyen e interactúan con el mundo físico en el que vivimos. En ellos hay elementos espirituales, psicológicos y energéticos.
Para algunos, los Ángeles son Seres de Luz que nos mandan información y pensamientos amorosos a fin de guiarnos e inspirarnos.
Para otros, son formas, imágenes o expresiones a través de las cuales puede ser transmitida la Esencia y la Energía de Dios.
Los Ángeles son Espíritu, pero no son Ángeles porque sean Espíritu, sino por que son enviados por Dios con una misión específica.
La espiritualidad es algo que todos llevamos dentro y de lo cual demasiado a menudo estamos desconectados. Lo espiritual en nosotros es lo que da sentido a la vida, haciéndonos conectar con nuestra esencia, con la paz mental. Descubrir el mundo del Espíritu, nos dicen los Ángeles, es como volver a nacer.
Los Ángeles pueden hacernos recordar nuestro origen espiritual y nuestro fin divino. Su naturaleza es espiritual, su oficio, es angelical.
Un Ángel es eterno, porque su esencia es el Espíritu y éste no muere. Nosotros también somos eternos, nuestro cuerpo físico es quien tiene una edad cronológica y cuando ya no le es necesario al Alma, es desechado y se produce lo que llamamos “muerte” para dar paso a la evolución de nuestra Alma.
Los Ángeles son la Luz de nuestra vida, son quienes van marcando nuestro camino protegiéndonos del peligro y abogando por nosotros ante Dios. Esa es su Misión para ayudarnos en nuestra evolución así como en la evolución de ellos mismos.
Son Seres de Luz, de muchos niveles evolutivos, que se mueven con armonía en torno a nosotros. Son admirables seres cuyas vidas inspiran y crean todo en la Naturaleza, Espíritus Puros enviados por Dios para Guiarnos y ayudarnos en el camino terrenal hacia el Cielo.
Los Ángeles son los “ayudantes invisibles” que tras una llamada nuestra están preparados para intervenir en nuestro favor, pero respetando siempre las leyes del karma.
Algunas teorías sostienen que un Ángel no es más que una conexión de la mente, algo que el ser humano construye pero que realmente no existe, hay quienes se resisten a creer en seres etéreos. Otros dicen que son extraterrestres y en realidad, podríamos considerarlos así, ya que proceden de “fuera de la Tierra”.
Una condición esencial para todo el trabajo con los Ángeles es el convencimiento de su existencia, a tal fin es necesario que obtengamos la mayor cantidad posible de información sobre nosotros mismos y ellos, y describirlos de una forma que resulte aceptable a todos.
Pero más allá de lo que cada uno crea acerca del origen de los Ángeles, lo importante es que tienen una voluntad de servicio y Amor hacia la humanidad y que cuando los invitamos a formar parte de nuestra vida de manera directa y visible es cuando empezamos a vivir grandes cambios y a ser testigos de muchos milagros. Y es entonces cuando tomamos conciencia de su presencia.
El Ángel es el Mensajero de Dios. Y ese es precisamente el significado inicial de la palabra Ángel: Mensajero. Es un enlace entre el ser humano y Dios que habita en las dimensiones que existen entre ambos. Y como en el Universo no hay nada perfecto, excepto nuestro Creador, también los Ángeles evolucionan y las dimensiones que habitan dependerán del grado de evolución que ellos tengan. La Creación es eterna y todo está en continua evolución, no dejamos nunca de aprender aunque la conciencia sea tan pura como la de un Ángel.
Es muy difícil para la mente humana imaginar los mundos sutiles en los que vive y se desarrolla un Ángel. Nosotros nos limitamos a maginar e idealizar, pero es necesario tomar conciencia de que Todos somos Uno para comprender mejor el mundo de los Ángeles.
La Naturaleza de los Ángeles es la misma que la del ser humano: Espiritual. La diferencia es que un Ángel no tiene cuerpo físico, no está “encarcelado” como el hombre, el cual, por su grado de evolución necesita habitar un planeta en tercera dimensión y posee un cuerpo físico que debe aprender a dominar hasta penetrar los mundos sutiles del Espíritu. Es decir que tenemos la misma esencia que los Ángeles pero no el mismo grado de evolución. Por eso, aunque podamos sentir la presencia de nuestro Ángel, es muy difícil que podamos verlo, ya que nuestra frecuencia vibratoria es muy diferente y el ojo humano no está capacitado para detectar seres de alta frecuencia de vibración.
El Kybalión nos habla de la vibración en el tercer Principio Hermético explicando que todo lo existente en el universo y en todas las dimensiones, vibra. Todo ser u objeto vibra: mientras más sutil es el ser, más alta es la velocidad de vibración. El ser humano tiene una vibración muy lenta, mientras que un Ángel es de frecuencia vibratoria muy alta. Podría ejemplificarse este fenómeno imaginando las hélices de un avión, que mientras más rápido giren, más difícil le resulta a nuestros ojos verlas.
Helena Blavatsky lo define de esta manera:”El Espíritu es materia en su más elevado estado de sutilidad y la materia es Espíritu en su expresión más densa”. Los Ángeles hacen vibrar a tal velocidad sus átomos que pasan al estado radiante, es decir, generan luz, por eso se los llama “Seres de Luz”. Ellos pueden alcanzar una expansión y contracción mayor que el ser humano porque sus cuerpos son más fluidos.
Una de las grandes diferencias entre nuestro mundo material y el mundo sutil de los Ángeles es el sentido de “ubicuidad”. Aparentemente un Ángel puede estar en todos lados a la vez, pero realmente no es así. En la dimensión de los Ángeles, el tamaño de su conciencia determina la dimensión que ocupa en el espacio, el tamaño de su conciencia la define el grado de evolución que tiene un Ángel.